Guerra de la Triple
Alianza
Un vistazo hacia el
ayer
La escritora e historiadora, Emma Calmanash y una detallada reconstrucción de los hechos que
giraron en torno a “Las cautivas”, cinco mujeres apresadas por Paraguay durante
la guerra de la Triple Alianza.
Está claro que la historia de “Las cautivas”
es una que actualmente todo correntino conoce desde sus primeros años de vida,
aunque sea mínimamente. Pero, poca gente conoce el trasfondo, el contexto y los
hechos, con certeza, como lo denota la autora Calmanash. En ese sentido, “Las
cautivas correntinas de la Guerra del Paraguay (1864-1870). Memorias
rescatadas”, demuestra lo señalado.
Carmen Ferré de Alsina (tatarabuela de la
escritora), Toribia de los Santos de Sosa, Jacoba Plaza de Cabral, Encarnación
Atienza de Osuna y Victoria Bart de Ceballos fueron aquellas “cautivas” que
protagonizan la atrayente obra de la historiadora.
Evidentemente en ella, pretende demostrar que
nada ocurrió porque sí, y por esta razón se dedica, acertadamente, en los dos
primeros capítulos a la misión de resaltar los antecedentes (necesarios para
entender el por qué y el para qué), el panorama económico y político (para comprender
en qué marco sucedieron los acontecimientos), la vida de Corrientes durante la
época (inicialmente entre 1860 a 1864) y la sucesión de hechos que derivaron a
las invasiones paraguayas y el consecuente secuestro de “Las cautivas”.
Realmente completo.
Sus fuentes
Por su parte, el libro en sí mismo es
sumamente interesante, ya que no se centra solamente en contar un relato lineal
del tipo “introducción, desarrollo y conclusión”, sino que más bien denota un
análisis e investigaciones propias por parte de la autora. Además, deja
explícito que no sólo fueron cinco “víctimas civiles”, sino pueblos enteros que
sufrieron por el acontecimiento bélico entre los cuatro países participantes
(Argentina, Brasil, Uruguay, y Paraguay).
El peso de esa investigación y ese análisis
subrayado, queda claro en la variedad de voces y fuentes, que son, marcadamente,
puntos enriquecedores del relato. Tomando en cuenta que la autora utiliza registros
de la Biblioteca Nacional de Brasil (Río de Janeiro), documentos del Archivo
histórico de Corrientes (Argentina), y los informes diplomáticos del doctor
Luís de Herrera (Uruguay).
Sin
embargo, lo que verdaderamente llama la atención es la inclusión de datos
provenientes del Archivo Nacional de Asunción, capital política del que
históricamente fue señalado como el “malo” de esta historia. Ello demuestra la
rotura de la tradición estructurada de las “Cautivas”.
El lenguaje
Por otro lado, está claro que este libro está escrito en
su gran mayoría con un lenguaje propio de una clásica historiadora, que es
identificable en el poco o nulo vuelo literario con el que cuenta.
Casi ninguna metáfora, aliteración,
onomatopeya, epíteto o epifora, por fuera del tercer pasaje del capítulo 3,
titulado, “El largo cautiverio”. Con ello, si bien pierde cierta dinámica, logra
unificar su voz con las de los protagonistas que vivieron durante 1864 y 1870.
En ese sentido, si no hubiese sido de ese modo se tendría un relato disperso,
cortado, poco coherente (en relación a sus fuentes), con muchas vueltas y pocas
certezas.
Las personas
Por el lado de los personajes, puede
destacarse que en todo momento son reales, es decir, que la autora sólo
presenta y describe a aquellas personas que participaron de los eventos
ocurridos durante la guerra de la Triple Alianza.
Siguiendo esa línea, se puede mencionar a
Ferré de Alsina, Santos de Sosa (fallecida producto de una enfermedad), Plaza de
Cabral, Atienza de Osuna, Bart de Ceballos (Las cautivas), así como a los
coroneles Rafael Franco y Fermín Alsina (esposo de Carmen), Desiderio Sosa,
Manuel Cabral, Sargento Mayor Osuna y a Francisco Solano López (el líder
paraguayo), entre otros.
Desde
esa concepción, no se denota en ningún momento la presencia de algún personaje
ficcionalizado, y esto marca el tipo de lógica que maneja la autora al momento
de escribir sus obras.
Foto: Archivo Nacional. Guerra de la Triple Alianza.
Los lugares
En tanto a los lugares, debe remarcarse que
fueron descritos de forma excelente, principalmente en el caso de las
invasiones a Mato Grosso (Brasil) y la vida en Corrientes.
En el caso del primero, por ejemplo, la
autora dice que siempre ha sido epicentro de “disputas”, más que nada
territoriales, entre la Corona española y Brasil (la guerra fue la primera por
fuera de este motivo puntual). En dicha localidad, Calmanash lleva adelante el
desarrollo de las acciones específicamente dentro del Fuerte Coímbra, situado
en el actual municipio de Corumbá, en la franja derecha del río Paraguay.
En tanto al segundo, puede mencionarse que no
solamente señala las características geográficas, sino el pensamiento del
ciudadano correntino promedio luego de enterarse del secuestro de “Las
cautivas”. Así da a entender, bastante explícitamente, que fue “sorpresivo” y
que fue un hecho que dividió Corrientes en dos partes; aquellas personas a las
que les importaba y aquellas a las que casi ni les interesaba dado el alto status
de las prisioneras.
Otras opiniones
Vale decir, que este libro no tiene críticas
en su haber, pero sí dispone de una opinión autorizada. Esta es la del licenciado
Fernando González Azcoaga para el diario El Litoral:
“(La obra) estuvo en
proceso durante 16 años. Tiene mucha documentación y la autora analiza no sólo
lo que ocurrió en la provincia y en el país, sino en los países aliados, antes,
durante y después de la Guerra. Se ocupa de la situación internacional y de lo
que ocurrió en Europa, con un aporte nuevo sobre el tema, fundamentando el
tema, no sólo desde la historia familiar y romántica de las mujeres, sino con
documentos importantes”.
Esta opinión es acertada pues como ya lo
señalé previamente, “Las cautivas correntinas de la Guerra del Paraguay
(1864-1870). Memorias rescatadas” usa fuentes de los archivos históricos de los
cuatro países beligerantes, por lo que no se centra únicamente en el saber
coloquial del pueblo correntino sino en registros verdaderamente comprobables
de un gran abanico del saber.
Asimismo, queda claro en todo momento que el
libro tiene la pretensión de describir el ámbito local e internacional desde la
previa hasta el fin del conflicto, lo que detalla un inmenso trabajo de
investigación de Calmanash. En ese sentido, que la obra haya requerido tantos
años detalla su profundidad y el compromiso mismo asumido por la historiadora
correntina.
No obstante, Azcoaga olvidó señalar también,
que la autora no se conformó con reconstruir y relatar los hechos y sus
antecedentes, sino que fue más allá y determinó las consecuencias de los
mismos. Lo cual, hace que la historia sea tanto atrapante como fuerte, porque
además expresa una visión de la realidad, que se nutre en ciertas partes, por
un relato coral que contextualiza y rearma los sucesos.
Detalles finales
Finalmente, lo único que puede ser marcado
como negativo es el armado de los nombres de cada capítulo, que son poco
atrayentes como en el caso de, “Situación de la provincia gobernada por el
triunvirato paraguayista". No obstante, esto poco y nada influye en este
interesante libro que cuenta excelente y detalladamente un hecho de la historia
provincial y parte de la memoria colectiva de la correntinidad, usando una
variedad de fuentes, voces y la imponente intelectualidad de su autora.
Ficha:
Autora: Emma Calmanash.
Editorial: Dunken.
Año: 2013.
Páginas: 288.
Diseño de tapa: Lali Izaguirre
|