El régimen conservador, constituido entre 1880 y 1916, fue aquel iniciado por el general victorioso de la Campaña del Desierto y referente del P.A.N, Julio Argentino Roca. El antes mencionado estableció las instituciones características del poder estatal en el orden militar, administrativo, judicial, económico y de las fronteras externas. El régimen conservador se caracterizó por la existencia de mecanismos destinados a la perpetuación en el poder de un reducido grupo oligárquico de personas llamadas los Notables, que vale decir eran los únicos que podían practicar la política libremente, controlando también para ello a la opinión pública por intermedio de la prensa política. Cabe señalar, que dichos individuos contaban con “riqueza, educación y prestigio”.
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Julio A. Roca |
A su vez, en la época se constituyó un Estado Liberal de tipo Gendarme, donde la autoridad y el orden fueron sus bases. Roca, al iniciar su gobierno, anunció que: “en cualquier punto del territorio argentino en que se levante un brazo fratricida, o en que estalle un movimiento subversivo contra la autoridad constituida, allí estará todo el poder de la Nación para reprimirlo”. Por otro lado, durante ese periodo, fue establecida una democracia restringida, en la que el fraude fue moneda corriente. Esto se daba debido a que el votante sabía previamente que “el acto electoral era algo meramente formal”. En ese sentido, eran los Notables los que tomaban las decisiones, mientras que los votantes apoyaban a las mismas.
Cabe destacar, que los ciudadanos votaban por una lista de electores y a la provincia que obtenía mayor número de votos se le otorgaba la totalidad de los electores correspondientes al distrito. Del mismo modo, vale decir que cuantos más habitantes tenía una provincia, mayor representatividad poseían, por lo cual el candidato que quería ganar las elecciones debía, previamente, negociar con las provincias más pobladas. A su vez, el presidente elegía a su sucesor para que este le retribuyera en un futuro el “favor”.
Por último, con la sanción de la Ley Sáenz Peña de 1912, se estableció el voto universal, secreto y obligatorio, diferenciándose del anterior que era cantado, opcional y con un menor número de votantes. Sin embargo, quienes no podían ejercer la democracia eran las mujeres y los habitantes de los territorios nacionales, por lo que no se puede hablar de “universalidad” en el sentido que es entendido actualmente. Entonces, quienes podían votar, eran los hombres nativos mayores de 18 años quienes se encontraban en el padrón a raíz de encontrarse realizando el servicio militar obligatorio.
Finalmente, este régimen concluyó con el ascenso de la Unión Cívica Radical al poder en 1916, con la llegada al poder de Hipólito Yrigoyen.
Fuentes bibliográficas:
· LOBATO, Mirta. “Estado, gobierno y política en el régimen conservador", en: Lobato Mirta Zaida(comp.) Nueva Historia Argentina. El progreso, la modernización y sus límites (1880-1916), Tomo 5, Buenos Aires, Sudamericana, 2010.
Sugerido por Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).