GISELLA ZARATEA: ENTRE EL FUEGO Y EL CARNAVAL

En la vida de "Yiyi" Zaratea, el tiempo se reparte entre su trabajo como cajera en un supermercado, su vocación como bombero y su amor por el carnaval.

Organiza sus días entre largas jornadas laborales, guardias en el cuartel y madrugadas de ensayos y desfiles. Este verano, sin embargo, el fuego la alejó por momentos de la avenida.

"La emergencia ígnea que atravesó nuestra ciudad este año coincidió con el carnaval. Hubo muchos incendios rurales y eso me jugó en contra. Dos noches no pude presentarme justamente por estar trabajando con bomberos", explicó.

A pesar de las dificultades, volvió a pisar el corsódromo con la misma pasión que la llevó a sumarse a la comparsa Antifaz hace dos décadas. "Desde que conocí el mundo carnavalero, mi corazón siempre perteneció a la tricolor", contó.


En esta edición, encarnó un personaje cargado de misterio: "Mi traje representaba a la viuda del más allá".

Por debajo del brillo y el espectáculo, hay algo que la conmueve cada vez que desfila. "Tiene un plus extra ser bombero. Todos me conocen y siempre donde voy me reciben con mucho amor y alegría", comentó.

Y si bien el reconocimiento la acompaña, sabe que no está sola en esa conexión con el público: "Nuestra comparsa es muy querida por la gente humilde y de buen corazón que la integra".

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